La verdad es que no sé como empezar a contar mi corta pero intensa vida en el mundo de las WG (piso compartido en alemán). Pero la verdad, es que siempre he sido un imán para los frikis en este tipo de cosas…
Muchos ya sabéis que mi primera experiencia fue con una mujer (me refiero al mundo de las WG). Ella, se llamaba Edith (hablaré en pasado porque hace de este tema más místico si cabe), era de Bolzano, una región al Norte de Italia famosa por sus manzanas (es lo único interesante que recuerdo) y trabajaba para la Embajada Italiana en Berlín.
Era en Wedding (algo así como Carabanchel en Madrid) y el piso no estaba mal.
La verdad es que Edith no me dio mucha guerra, y nunca hubo mal trato. Sólo pues ocurrían las cosas típicas de la convivencia, como encontrarme flujos orgánicos vaginales en la bañera, o que entrase un domingo a las 8 de la mañana en mi habitación (así como muy de repente), o que la pilles comiéndose tu jamón y tu queso manchego con sus amigos y luego te diga “luego te compro yo” y no lo haga……. La verdad, fueron pequeñeces comparadas con el resto de cosas que me han pasado en WG’S.
De casa de Edith me mudé a Prenzlauer Berg (el barrio de moda por aquel entonces, ahora es algo así como Goya en Madrid, pijo, muy pijo), allí compartí momentos muy dulces de mi existencia con una persona que se llama Peter, de profesión desconocida y curiosamente también de Bolzano. Peter era RARO, muy RARO. La verdad es que un poco vago a la hora de la limpieza pero muy independiente (demasiado para mi gusto) en la convivencia. Recuerdo que su novia vino una semana a verlo y hablé más con ella en una noche que cenamos juntos que con él en 6 meses. De Peter ya os dejé detalles escabrosos en una entrada que le dediqué al blog, así que pasaré al siguiente.
Se llamaba PIGI. Creo que no he conocido persona más MALÉFICA en mi vida. Milanés, de profesión estudiante de lenguas muertas y psicópata en sus ratos libres, cantante en un coro católico y aficionado al cruising en Tiergarten.
Yo por aquella época, estaba en busca de WG desesperadamente y ya me daba igual irme hasta Marzahn… y tras 2 meses de búsqueda y una media de unas 50 WG’S visitadas (sin éxito en ninguna), me dediqué a la pega de carteles en plan desesperado.
Y llegó el, como salvador de masas. Ofrecía una WG en una zona (no mala pero un poco hummm…. Aburrida), era en Bellevue-Tiergarten (algo así como Avenida de América-Retiro), céntrico pero aburrido.
La verdad es que al principio era todo como muy bonito. Piso con balcón, habitación amueblada, baño y cocina reformada y vistas directas al canal y al Tiergarten… todo de ensueño excepto él.
Pusimos turnos de limpieza y un bote común, todo iba de maravilla, hasta que decidimos comprar la comida juntos. Yo tenía unos gastos elevadísimos, ya que el era muy de comprar en el BIO y en el Kaiser’s (todo de marca y bueno). Por poner un ejemplo, el compraba yogures naturales (que yo no como), compraba leche (que yo no bebo), compraba un queso feta turco grasientisimo (que yo de vez en cuando comía)… pero bueno, como dicen los alemanes “es geht” (que vale).
Pero llegó el día en que el chico hizo una comida para todos sus amigos, a la cual “me invitó”, y lo pongo entre comillas porque tuvo la desfachatez de pedirme la mitad de los gastos de la comida, a lo cual por supuesto NO ACCEDÍ, siendo aquello una auténtica declaración de guerra para el.
Empezó por decirme que yo no limpiaba bien porque yo utilizaba lejía (mi madre, una señora muy limpia siempre me ha enseñado que la lejía es limpieza), y que claro que después había que repasarlo todo con ALCOHOL DE QUEMAR. Yo muy educadamente le dije, que si el quería eso, que lo hiciera el, pero que yo iba a continuar con mi LEJÍA de toda la vida. Para que contaros más… porque aquello fue insoportable, era ya por cualquier cosa…….horrible.
Me amenazó con quitarme las llaves de casa, con tirarme las maletas por la ventana… UN LOCO. Entraba a mi habitación cuando yo no estaba y arrancaba los posters que tenía colgados en la pared….al final todos sabéis que acabe meándole el champú del pelo y el caldo de cocina congelado que tenía en la nevera, y cosas más escatológicas que no quiero contar, pero que sin duda aquel CERDO se las merecía.
Y me volví a España, allí juré nunca más compartir piso, y de hecho durante estos últimos 3 años, no lo he hecho (a costa de una buena suma de dinero mensual claro), pero de vuelta a Berlín las cosas han cambiado.
La verdad es que me daba bastante palo empezar los “castings” para encontrar WG, y me decidí poner 3 fotos mías (las mejores, y de esas que una enseña un poco de pechuga) en una página de contactos GAY (el Romeo), solicitando habitación. Al día siguiente ya tenía WG, no sé si por el intercambio de mensajes que tuve con mi Vermieter (casero) o por mis fotos (si yo también pienso que por lo segundo), y bueno la verdad dentro de LO MALO, no está tan mal.
Vivo con Sven. Es de Kölln. Bajito, 1,70 de altura, cara seria y redondo (la verdad es que guarda un tremendo parecido con Andy de “Little Britain”). La verdad es que la primera impresión que me llevé de el no fue nada buena, y la verdad siempre he pensado (y lo seguiré pensando) que tiene a su madre muerta disecada en su habitación (algo así como Norman Bates en PSICOSIS).
No tiene amigos, y los pocos que hace es en el cuarto oscuro del FICKEN 3000 (lugar que frecuenta con bastante asiduidad, según sus palabras). No se le ve mala persona, todo lo contrario, le estoy cogiendo cariño. Es un marranete en el sentido limpieza, porque desde que estoy yo aquí no le he visto coger la fregona ni para pasarla por su habitación… que bueno, su habitación es como estas tiendas de ALMONEDA del rastro de Madrid, así como muy llenas de todo y de cosas muy inútiles, pero le quiero. Es entrañable.
La verdad es que me sorprendió muchísimo con el tema de los pepinos con E-COLI (todo mentira), pues desde que ha salido la noticia de que era todo falso, no para de darme la vara para que le haga un gazpacho andaluz, con mucho pepino (siempre me dice). Hace un par de semanas me estuvo preguntando sobre cosas típicas españolas, y yo claro, le dije “TONADILLA” “PASODOBLE” “TORERO” “ANDALUCÍA” “MAFIA”…….
Sorprendentemente al rato me vino y me dijo “Isabel Pantoja!!”, creo que puso todas esas palabras en google y le dio al botón Suchen.
Sven es mucho de pedir. Es extraño el mes que no me pide que le deje dinero. Yo mientras me lo devuelva no hay problema. El problema es que empezó por 20 euros, y lo último han sido 100 euros. A ver, recalco, siempre me los devuelve, pero no sé en que coño se lo debe gastar. La última vez le dije “que no me entere yo que te lo gastas en chaperos que para eso te vas al Lab!” (El Lab es un sex-club muy famoso de Berlín, donde la mitad del público sorprendentemente es español de vacaciones en la ciudad). El me dijo que no va a esos sitios, que el es muy de saunas y de cuartos oscuros pero que de sexo explícito nada.
La verdad, es que de los compañeros de piso que he tenido hasta ahora, La Sven es la mejor sin duda. Yo la definiría como esa amiga fea y simpaticona que todos tenemos, rara, un tanto psicótica, rancia a veces pero con sus cosas…. Un tanto marranilla en el aseo personal, pero sin duda entrañable y buena gente. Sin duda al el nunca le mearía en el champú.











